13.9.09

Nadando en agua entristecida, el futuro espera por un final, nadando en la presión del aire, Casi nadie esta ahí, Nadie que me de su mano, cuando caigo, mi caída es aceptada sin mas actos, No he encontrado paz en esta impasibilidad
Pero aun así quiero quitar todos estos errores, pero al final no tiene sentido, y el vacío se queda, Todo alrededor de mi es caos
Asunto secundario, Todas mis ilusiones destruidas, Dañadas, Estoy buscando por alguien, Que me pueda ayudar Yo Soy parte de una humanidad descontenta, Desencantada Quien podría pararme, Alguien que entienda mi problema
Porque he tocado el suelo, Quien viene a mi, Quien tal vez cree, Que lo lograremos con su fuerza, Si la muerte es un misterio
La vida no tiene nada que decir al final, el cielo tiene un infierno, El cielo podría estar esperando por mi llegada Dime, Seré tomada por los vientos de debilidad, La vida ya no tiene significado, Y el vacío se queda por siempre
Si no podemos encantarlos con la vida estamos fracasando, La vida no perdió su encanto.Fuimos nosotros los que perdimos el gusto por la vida.
Perdimos la inocencia, la capacidad de asombro, la fe en el futuro. Perdimos la iniciativa, el hambre de progreso, las ganas de cambiar lo que hay que cambiar.El desencanto es la mejor arma de los más corruptos, de los villanos de la historia. El desencanto nos aísla, nos encierra, nos separa, nos vacía de sueños.
Una generación desencantada es una generación de muertos en vida. Una generación desencantada no se siente útil, siente que al mundo, a la historia, le da lo mismo que ella exista o no. Una generación desencantada se siente sola. Una generación desencantada pide a gritos un milagro, algo que les devuelva la fe en la magia.
Para volver a encantarse, para volver a creer en la magia, esa generación debe saber que no está sola. Debe saber que es necesaria, importante y decisiva para otras generaciones pasadas y futuras. Debe saber que lo que encanta de la vida no es el mundo que se recibió sino el que podemos dejar.
Para encantarse con la vida una generación necesita rebelarse, el desencanto se contagia fácil, pero el encanto es un trabajo de hormiga. El encanto nos necesita a todos haciendo lo que amamos y amando lo que hacemos.
Porque es mentira que las cosas son como son, las cosas son como dejamos que sean. El mundo cambia cuando nosotros cambiamos, y para eso hay que creer que el cambio es posible, es un acto de fe. Un acto de valentía, un acto de compromiso, un acto de amor.
Te pueden decir que no se puede, te pueden decir que no, una y otra vez no, que esto es lo que hay y que más allá de esto no hay nada, solo un triste desencanto, y que vos no podes hacer nada, que hagas lo que hagas no va a cambiar nada. Es mentira, es falso.
Más allá del desencanto está tu vida, tus sueños, y si vos no los haces realidad alguien los vive por vos, alguien se adueña de tus sueños, de tu vida.
Mientras caen bombas que confirman que nada tiene sentido, mientras bombardean a una generación desencantada, acá hay otra generación, encantada con la vida, y con la realización de sus sueños.