25.2.10

Ya no te acuerdas de la mujer que fui yo, es esta misma que en la cara, te esta hablando, no reconoces ni siquiera ya mi voz, y ahora me miras como si fuera un extraño, parece ser que todo ya se te olvido, que las promesas que salieron de tus labios, se derritieron como hielo bajo el sol y se apago ese resplandor de aquella noche de verano